miércoles, 23 de marzo de 2011

Siempre vuelve a ser Primavera

Al fin ha terminado el invierno. Poco a poco, los días son mas largos, más soleados, empiezan a florecer los almendros, las prímulas que pacientemente esperaron en sus macetas durante las heladas, ahora renacen con sus colores que nos alegran el espíritu. Y así se cumple cada año, porque la vida es un ciclo, y como las estaciones, los seres humanos vivimos etapas duras como el invierno, sufrimos con pequeñas o grandes cosas, pero todo acaba, y siempre tenemos un renacer, un rayo de sol que nos ilumina y nos calienta el espíritu. En el mundo ocurren eventos que nos golpean, como la enfermedad, un accidente o la muerte de un familiar, de un amigo o catástrofes naturales como lo que está ocurriendo actualmente en Japón. Son cosas en las que no podemos intervenir, probablemente poco podamos hacer para evitarlas, pero ese familiar, ese amigo, o ese desconocido que sufre, puede mitigar un poco su pena con una mano que se acerque para ayudarle. Tenemos que ser un poco esa mano, con lo poco o mucho que des, lanzarás un rayo de luz a esa persona. Y egoístamente te sentirás genial, sentirás esa satisfacción interior que sólo se siente al dar sin pedir nada a cambio, y más aún cuando lo haces de forma anónima. Conozco a muchas personas que se han dedicado a ayudar de forma gratuita y anónima, como mis compañeros de trabajo que han estado en la Cruz Roja, mis inolvidables amigos del BRAM, gente que hace caridad en nombre de la iglesia o que contribuye con una causa. El solo hecho de dar una moneda a alguien con hambre, de donar tu ropa o juguetes usados, o de hacer una llamada a un familiar o amigo que lo necesite, puede dar un poco de calor al corazón del que sufre, mientras llega su primavera personal. Si te encuentras mal, por grande o pequeño que sea el motivo de tu pena, prueba ayudar a otro, verás que se te olvidan un poco tus problemas y te sentirás mejor ;)

Mi amiga Carolina, que ha vivido en Japón, me dió un link de youtube de cocina japonesa, llamado cookingwithdog, de donde he tomado esta receta de cake relleno de fresas con nata (crema), y la he modificado un poquito para hacer estos pasteles, que quedaron deliciosos. Yo ya doné algo para ayudar a Japón, y les quiero dedicar este post a todas esas familias que están afectadas por las consecuencias del terremoto del 7 de Marzo, especialmente en lo referente a la contaminación por radioactividad.

Cake estilo japonés

Ingredientes para el bizcocho:
-3 huevos
-100gr de azúcar
-90gr de harina
-15gr de mantequilla sin sal
-1 cda de leche

Ingredientes para el relleno:
-250ml de nata (crema de leche)
-1 cda colmada de azúcar
-se puede añadir 1/2 cdta de crémor tártaro
-200gr de fresones

Ingredientes para el sirope:
-2cdas de azúcar
-1cda de licor de cerezas
-3cdas de agua tiba

-Azucar glass para espolvorear

Preparación:

Se mezclan los huevos y el azúcar con la batidora eléctrica a baño de María, cuando se obtenga una mezcla bien cremosa y homoénea, se le añade la harina tamizada y se mezcla con movimientos envolventes mediante una espátula. Se derrite la mantequilla en la leche y se le añade a la mezcla anterior. Esta mezcla se vierte en moldes enmantequillados y enharinados al gusto o cubiertos con papel antiadherente. Se golpea el molde para que salgan las burbujas y se hornea en el horno precalentado a 60º por 10 a 20 min, el tiempo dependerá del tamaño del molde y se comprobará introduciendo un palillo que debe salir seco. Se saca del horno y se espera a que esté frío para desmoldar. El sirope se hace mezclando los tres ingredientes y con esto se pinta o se salpica la parte interior del bizcocho (donde se va a rellenar). El relleno se realiza batiendo la nata fría con el azúcar hasta que adquiera consistencia espesa y se soloca entre las capas del bizcocho con las fresas cortadas. Luego se espolvorean los pasteles con azúcar glass y está listo para comer :)

miércoles, 16 de marzo de 2011

Los amigos

Danny ya ha muerto, me dijo mi madre. Recuerdo que fué mi primera amiga, cuando tenía 3 o 4 años. La recuerdo por jugar en la calle con las bicis, la pelota, nos bañabamos juntas (la única manera de convencernos de que lo hiciéramos), e innundábamos el baño tapando con toallas los desagües y las rendijas de la puerta para hacer una piscina, echábamos talco en el suelo de casa para patinar en calcetines, recuerdo las palízas históricas que le daban con un cinturón a ella y a su hermano y un sinfín de travesuras. Fué la primera persona con quien me peleé a puñetazos y luego nos perdonamos y fuimos otra vez amigas. Luego me mudé y no volví a saber de ella. Luego fuí creciendo y cambiando de colegios, ya que mis padres eran divorciados, cada vez que me mudaba con uno o el otro cambiaba de cole y volvía a empezar de cero. A lo largo de mi vida he conocido a gente que sin ser familia, han llegado a quedar grabados en mi memoria, no teniendo más remedio que sonreír al recordarles. Creo que para eso son los amigos. Son para pasar los buenos momentos, inventar travesuras, retarnos a ser valientes, meter la pata, encubrirnos, darnos otra visión o perspectiva de las cosas, y al final, hacernos sonreír al recordar nuestras aventuras. Nunca he sido una persona de muchos amigos, suelo ser bastante independiente y hasta amante de la soledad, pero los que me ha regalado la vida, valen por cien millones. De los colegios recuerdo especialmente a Mary, Sandra, Claudia, Mili, Soraya, Jery y Ana María. Recuerdo que fué la época de la adolescencia y nos burlábamos de cualquier mortal que inconscientemente se pasara por nuestra vera. Nos reíamos de todo y de todos. Ojo, que también se reían de nosotras, pero lo que es igual no es trampa. De la universidad mi amiga del alma Gaby, Carmen, Francisco y Cristina, época de rumbas, subir el cerro Casupo y chocolate con panna en la 4D. Del BRAM a todos los de mi año y a los locos de los instructores, cómo pase roncha! pero fué una experiencia vital inolvidable, me dí cuenta de mi fuerza de voluntad gracias a ellos que me llevaron al límite. De Margarita Leo y luego a Alejandro, amici forever, aunque nunca les de un toque. Philadelphia, pura crema, la personificación de la filosofía y la buena vibra. Ahora, aquí en Madrid, he tenido la suerte de conocer a gente espectacular, desde mi vecina Espe, hasta mis actuales compis de trabajo, especialmente el dream team: Adolfo, el líder, a quien toda la base aprecia porque es capaz de hacerte amena hasta la más puñetera de las guardia, Manolo, lo profano y lo divino, que se hace el malo pero es una madre para mí, Sergio, el friki de la música, el cine y los videojuegos, mas bueno que el pan, y Lorena, super responsable y super profesional y que disfruta de su trabajo y de sus ratos libres con sus amigos, que es lo que hay que hacer, para que cuando te vayas a la tumba, te lleves algo mas valioso que el oro: los recuerdos que te llenan de dicha el corazón, gracias a tus amigos.

Esta receta que les voy a dar hoy, a propósito de este prólogo, me la ha dado una querida amiga de la faclultad de medicina: Norka, un saludo para tí, y para todos los que me han faltado por mencionar ;)

Marquesa de Chocolate

Ingredientes:
-175gr de chocolate para taza (en barra)
-1/4 taza de leche
-250gr de margarina sin sal
-1/2 taza de azúcar
-6 yemas
-3 claras batidas a nieve
-vainilla
-1 paquete de plantillas (galletas de soletilla)
-1/2 taza de leche con un chorrito de ron

Preparación:
Se derrite el chocolate en el 1/4 de taza de lecha a baño de María y se deja templar. Se bate la margarina hasta que esté blanca y se le agregan el azúcar, las yemas, un chorrito de vainilla, se le añade cuchara a cuchara el chocolate derretido y al final, se le agregan mezclando a mano las claras batidas. Se mojan las plantillas en la leche con ron hasta que se pongan un poco blandas y se colocan en el fondo de la fuente en que se va a presentar la marquesa. Posteriormente se le vierte encima la mezcla de la crema de chocolate y se refrigera. Una vez frío se puede decorar con virutas de chocolate blanco, Nata/crema batida, bayas/berries o lo que se te ocurra.

martes, 8 de marzo de 2011

La Inconformidad

Hoy quiero dedicar esta receta a mi Tato (mi papá, el mejor, el mas inteligente, el mas bueno, el mas guapo, en fin...EL MAS). Mi padre llegó muy joven a Venezuela, y allí, con su acento extranjero, se dedicó a trabajar como matemático y topógrafo en la geodesia nacional haciendo mapas. A mis hermanos y a mí, siempre nos exigió la excelencia, nunca se conformaba con buenas notas, eso no era suficiente. A veces me parecía injusto, pero hoy en día creo que he aprendido la lección que nos quería transmitir. Tenemos todo lo necesario para hacer las cosas de manera excelente, entonces, por qué no hacerlo así?. Mucha gente menos afortunada que yo, ha logrado superarse de una manera admirable, por lo tanto, no vale ninguna excusa para no hacer las cosas como se deben. Tal vez por esto nunca estoy conforme con mis resultados, porque sé que podría haberlo hecho mejor. Sin embargo, siempre que hago algo, tengo en mente hacerlo lo mejor posible. Un día que nunca olvidaré mi padre me dijo: El día en que todos mis hijos se hayan graduado en la universidad, podré morir tranquilo...y así fué. Un año después de obtener mi título universitario, mi padre murió de una grave enfermedad, pero mientras vivió, nos dió lecciones que nos ayudaron a ser mejores personas, con su propio ejemplo, y me hizo sentir que me amaba y que estaba allí para lo que necesitara. Gracias Tato. Hoy quiero seguir tu ejemplo, y enseñarle a mis hijos que las cosas se hacen mejor que bien: las cosas se hacen excelentemente.

CINNAMON ROLLS (Receta de Kristina Wetter)

Ingredientes para la masa

1 y 1/2 cucharadas de levadura seca
1/4 taza de agua tibia
110g de mantequilla
1 taza de leche tibia
1/3 taza de azúcar
1 cdta de sal
1 huevo ligeramente batido
4 y 3/4 de tazas de harina

Preparación: deja reposar la levadura en el agua tibia por diez minutos. Bate la mantequilla hasta que esté bien cremosa. Agrega la lech tibia, el azúcar y la sal. Luego añade la levadura disuelta, el huevo e incorpora poco a poco la harina. Sabrás que la masa está lista cuando se separe de las paredes de la batidora. Si lo consideras necesario, agrégale un poquito mas de harina. Amasa la masa en un mesón enharinado y déjala reposar tapada con un paño alejada de corientes de aire por hora y media.

Ingredientes para el relleno
20g de mantequilla a temperatura ambiente
1/2 taza de azúcar morena
4 cucharadas de canela

Ingredientes para el glaseado
1 taza de azúcar pulverizada
3 cucharadas de leche

Preparación: La masa ha crecido el doble de su tamaño. Dividela en dos y extiende una de las partes en el mesón con suficiente harina. Úntala con matequilla a temperatura ambiente. Mezcla el azúcar morena con la canela y espolvorea por encima de la masa enmantequillada. Enróllala como un brazo gitano y corta los cinnamon rolls, para colocarlos en una bandeja enmantequillada. Cubre con un paño y espera una hora hasta que crezcan el doble de su tamaño. Precalienta el horno a 350ºF / 175ºC y hornea de 15 a 20 minutos. Mientras tanto, prepara el glaseado mezclando el azúcar pulverizada y la leche. Cuando saques los cinnamon rolls del horno, báñalos con el glaseado y sírvelos calientes.

Espero que te gusten ;)