sábado, 23 de julio de 2011

Les admiro

Hay muchos personajes que piensan, (ellos mismos) que son admirables. Sea por cultura, bondad, belleza, nivel social o económico, buscan demostrarnos al resto, a veces con falsa modestia, lo admirables que son. No conozco bien la causa de este fenómeno, tal vez falta de confianza en sí mismos o baja autoestima, o puede ser el resultado de sentirse juzgados por los otros constantemente. Y aunque reconozco que por muchos años me sentí menos por no ser tan inteligente, guapa, buena o rica como algún personaje de éstos, poco a poco he aprendido a admirar más la humildad en sí que cualquiera de las características antes mencionadas. Empecé a entender esto al estudiar en el Hospital Militar. Me  fuí dando cuenta de que los generales de alto rango eran más humanos y humildes que los sargentos o los tenientes. Por otra parte, en el Servicio de Cirugía General, observé que los adjuntos mas tranquilos y humildes (insisto), sabían tanto o más que aquellos sabios o temidos. Poco a poco, me percaté de que esta característica está en todos los ámbitos de la vida, y haciendo una retrospectiva entendí que muchas veces la persona que pasa bajo cuerda, tiene muchísimo más mérito real que aquella que exhibe sus bondades. Pero no quiero enfocar este post hacia la parte negativa del tema, por poner un par de ejemplos, los recién graduados que creen saberlo todo o los que van rezando por la vida pero nunca se sacrifican por nadie. El post lo quiero dedicar a esos que aman a su profesión, a los que se sacrifican por otros aunque no vayan a misa, al millonario que viaja en clase turista, y al que no necesita el reconocimiento de los demás para ser feliz. Hay más ejemplos de lo que pensamos, David Cameron, primer ministro británico, Bono, el vocalista de U2, Bill Gates, cofundador de Microsoft, Vicente Ferrer, misionero español en la india, y seguramente miles que desconozco, ya que esa es su esencia, no dar pulblicidad a su virtud. Para mí, su humildad eleva a la décima potencia cualquier don que puedan poseer.
Este post se lo dedico a mi amigo Adolfo, por varios motivos, por ser hoy su cumpleaños, por que ya se encuentra de alta en su casa, por luchar y no rendirse, por querer a su trabajo, a su familia y a sus amigos y porque ni él mismo sabe lo gran ser humano que es. Y como el es una persona muy sencilla, reflejo de lo que he escrito arriba, la receta de hoy es una cosa muy fácil, pero digna del paladar de un Rey :)

EL CHEESECAKE MAS FÁCIL

Ingredientes:
-1 paquete de galletas María o similar
-200 gr de Mantequilla ablandada
-1 lata de leche condensada
-500 gr de queso crema
-1/2 taza de zumo de limón
-Mermelada o jalea de fresas, cerezas o la fruta que prefieras

Preparación:
Triturar las galletas y mezclarlas bien con la mantequilla, ponerla en una fuente presionando con los dedos y hornear por 10 minutos a temperatura media. Yo hago porciones en envases individuales como otra forma de presentación y en este caso, ni siquiera lo horneo, el horno es para que se compacte. Batir el queso crema con la leche condensada y al final añadir poco a poco el limón. Vertir la mezcla sobre la base de galleta, y enfriar. Al estar frío, se baña con la jalea de cerezas o con la mermelada que quieras un poco ablandada con agua tibia para que se pueda esparcir mejor, vuelve a enfriar y listo!

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